dijous, 26 d’abril del 2012

COMENTARIO DE TEXTO. T-3. “LA ILUSTRACIÓN” Este texto trata el problema de la libertad. Intenta convencernos de que el ser humano debe exigirse a sí mismo ser libre. (De forma alternativa, podríamos decir que el tema que tratamos es el de la Ilustración, y que la tesis es que ése es justamente el periodo histórico en que la especie humana toma conciencia de que ya no puede, como los niños, seguir dejando que otros gobiernen su vida) En primer lugar, Kant define la Ilustración como “salida del hombre de su culpable minoría de edad”. Entendemos que ser “menor de edad” es ser niño, es decir, no tener autonomía para decidir sobre la propia vida, lo cual supone dejar ésta en manos de otros. Además, la llama “culpable” porque acusa a la humanidad de haberse acomodado durante siglos a esta condición heterónoma. Como sucede con quienes ya tienen edad y capacidades adultas, pero se resignan a seguir dependiendo de sus padres, la humanidad ha extendido más tiempo del debido su infancia, con lo que el XVIII sería el momento en que, por fin, ha de asumir su libertad. Kant lo manifiesta en forma de consigna, como una llamada de ánimo, sirviéndose de un cultismo (latín). En un segundo argumento, refuerza la crítica acusando a la gente de cobarde y perezosa. Explica que esa debilidad es la que ha permitido a los tiranos hacerse con el máximo de poder. No es tan sencillo como cargar contra estos: en realidad han sido sus esclavos los que han pedido ser esclavizados. El ejemplo de las mujeres –él las llama “bello sexo”, un residuo machista propio de épocas como la suya- es muy claro, pues se dejan dominar por el varón porque les resulta muy cómodo dejar que sean otros los que hayan de tomar las decisiones. La utilización por parte de Kant de términos como “discípulo”, “emancipación” o “autonomía” refuerzan su argumento. Conviene en este sentido recordar la concepción kantiana de la autonomía moral, entendida como la capacidad del hombre para que sea su razón la que le dote de sus normas morales. Este concepto se opone, como sabemos, al de la heteronomía, propia de aquellos en los que son agentes externos a la razón los que suministran dichas normas. En un tercer argumento, a vueltas con la idea de que tememos ser dañados con la aventura de ser libres –en parte porque también nos animan a no intentarlo quienes están interesados en esclavizarnos-, Kant ofrece algunos ejemplos de excusas de las que la gente se sirve para no decidir por sí misma. Habla de lo que le hemos leído a los moralistas o de los inventos de la ciencia, como si siempre pudiéramos recurrir a elementos externos para no tener que vivir por nosotros mismos. Valdría igual si aludiéramos a quienes acuden a echadores de cartas, a los sacerdotes o, simplemente, intentan que alguna persona influyente les diga lo que tienen que hacer con su vida. “Cualquier cosa”, dice Kant, “sive como ligadura si lo que queremos es dejarnos aferrar” Al final del texto, como cuarto argumento y a modo de conclusión, Kant alude con admiración a esa minoría de seres humanos que se han atrevido a nadar a contracorriente y hacer ellos solos aquello que la mayoría no se atreve a hacer. Podemos suponer que Kant piensa en ellos porque son los que han iluminado el camino para que toda la especie camine hacia su liberación, tal y como el propio Kant cree que sucede con su época: la Ilustración. CÓMO HACER UN COMENTARIO DE TEXTO. 1.Lee el texto con mucha atención. 2.Vuelve a leerlo, ahora utilizando el lápiz para subrayar, marcar y tomar notas. 3.Determina qué tema está tratando, sobre qué está hablando, qué problema está planteándonos. Aquí no hay todavía posicionamiento u opinión, si la incluyes, aunque le quites el verbo, estarás encubriendo una tesis. (Si el autor me quiere convencer de que las mujeres son inferiores, no puedes decir como tema “la inferioridad de la mujer”) Nunca extiendas en exceso la formulación del tema, cuantas menos palabras, mejor. 4.Determina de qué nos quiere convencer, qué posicionamiento defiende respecto al tema planteado, qué es aquello que él opina y de lo que tiene que ir dando cuenta a largo del texto. No extiendas en exceso la formulación de la tesis, pues de lo contrario puedes mezclar razones con lo que es una simple afirmación. Si el autor dice que la mujer es inferior, los argumentos no forman parte de la tesis, ya los explicarás luego. Ya tienes el planteamiento general hecho. 5.Determina que estructura argumental despliega el autor a lo largo del texto para convencernos de su tesis. Puede servirse de: -argumentos subsidiarios o secundarios, es decir, razonamientos que explican su opinión. -datos científicos, estadísticos, fechas... -argumentos de autoridad -ejemplos -metáforas y comparaciones